Por: Nury M. Suemy Moguel.
Psicóloga Deportiva.
Casi siempre platicamos de la preparación mental del deportista pero es importante tomar en cuenta que cada vez son más los niños y jóvenes que, desde un principio, quieren orientar su práctica hacia el alto rendimiento. Ésto agrega a un nuevo personaje en la ecuación: los padres de familia. En este artículo conocerás algunos elementos que son importantes trabajar con ellos.
Ser padre es una tarea compleja y agotadora, pero ser padre de un deportista agrega nuevas tensiones a la relación y a la vida cotidiana. Por mucho que los padres quieran mantener una distancia de la vida deportiva de sus hijos no pueden evitar estar involucrados en diferentes partes y momentos de esta misma. Desde tener que administrar el presupuesto familiar para incluir los gastos del deporte, asistir a eventos competitivos, ayudar a sus hijos a manejar frustraciones y, ocasionalmente, verse envueltos en conflictos con otros padres o con entrenadores. La vida deportiva de sus hijos agrega nuevas nuevas tensiones a su propia vida.
Es por ello que cuando trabajamos con deportistas de categorías infantil y juvenil es importante incluir también a los padres en la preparación mental y emocional. De manera general recomiendo trabajar al menos en tres áreas:
- Aprender a mantener el autocontrol. Los padres también pueden experimentar estrés como resultado de diferentes situaciones de la vida deportiva de sus hijos, por ejemplo la participación en competencias, la presencia de frustraciones y tener que ver a sus hijos llorar, experiencias propias del deporte como verlos enfrentarse físicamente y o lesionarse, etc. Es importante entrenar a los padres en el manejo de sus propias emociones para evitar transmitir éstas a los pequeños. Recordemos que los niños toman como referencia importante a los padres en el manejo de sus propias emociones, por lo que es importante que los segundos aprendan a ser buenos modelos de autocontrol emocional. De cualquier modo es importante que los padres cuiden de un buen estado emocional por su propio bienestar.
- Aprender a contribuir de manera eficiente en la vida deportiva de su hijo. A menudo los padres me preguntan: ¿Qué puedo hacer para motivar a mi hijo? ¿Que hago cuando está llorando? ¿Debo asistir a competencias? Estás y otras dudas pueden aparecer y a veces los padres no quieren orientación adicional para establecerse patrones y planes de conducta ante diferentes situaciones propias del deporte. Trabajar en estas estrategias no sólo les ayuda a sentirse más confiados sino también a colaborar efectivamente en el desarrollo de su hijo.
- Aprender a mantener la calidad de la relación con su hijo. Las tensiones que surgen como parte de la vida deportiva del niño también pueden lastimar la relación entre padres en hijos, por lo que es importante siempre hacer énfasis en qué lo más importante es la familia. Algunas veces la familia necesitar apoyo adicional para recuperar la calidad de la relación o mantenerla a largo plazo.
Los padres seguirán siendo el elemento más importante en la vida de los niños hasta llegar, aproximadamente, la adolescencia. Los tomarán como referencia, apoyo y modelos, pero sobre todo como fuente de seguridad personal. Mantener el bienestar de todos los miembros de la familia será primordial no solo para favorecer el rendimiento sino también la salud general de niño.