Por: Mtra. Nury Moguel Núñez.
Psicóloga Deportiva.
En el artículo anterior platicamos acerca de las creencias limitantes, es decir, pensamientos que a nivel inconsciente están deteniendo tu desarrollo deportivo. En este artículo platicaremos sobre la forma en que tus creencias se activan y actúan sobre el desempeño deportivo para que puedas reconocer su papel y tomar decisiones que te permitan detenerlos a tiempo.
Todo lo que albergamos en nuestro interior es energía; nuestros pensamientos, emociones, sensaciones, todos producen energía que de un modo u otro acabarán por expresarse. Como energía que son, tenemos la capacidad de regularlos, pero solamente en la medida en la que seamos capaces de ser conscientes de ella y aprendamos a tomar el control. Piense, por ejemplo, en la poderosa energía que lleva el torrente de un río en su paso; si se canaliza adecuadamente con una presa, es capaz de generar la energía eléctrica con la que abastecemos nuestros hogares, pero si no lo hacemos, lo más probable es que el río termine desbordándose e inundando comunidades enteras.
Sus pensamientos son exactamente iguales, pueden ser constructivos o destructivos. En el primer caso los llamaremos “creencias potenciadoras” y en el segundo “creencias limitantes”. Estas creencias están ocultas para nosotros, viven en nuestro inconsciente producto de muchos factores como la cultura y se transmiten a través de refranes, dichos, patrones de educación familiar y creencias propias de los padres. Los aprendemos a través de lo que se dice y lo que no se dice, pero se transmite con actitudes.
Una vez que la creencia se dispara, desencadena junto consigo emociones y respuestas fisiológicas que sacan al sujeto de balance llevándole, consecuentemente, a deteriorar su desempeño. En este punto, el río se ha desbordado y ha causado una verdadera catástrofe. Vemos un ejemplo.
En México existe un refrán muy conocido que dicta “el que nace para maceta, no pasa del corredor” que en pocas palabras significa que el individuo no tiene la posibilidad de cambiar. Desafortunadamente esta creencia se transmite de padres a hijos en expresiones como “no sirves para nada” y en el deporte escuchamos frases como “si no estás dando resultados, mejor te saco del deporte”. Si analizamos bien estas frases, el contexto es el mismo, la idea de que el individuo es incapaz de cambiar su suerte, entonces, ¿Para qué intentarlo?
Basta entonces conque el jovencito falle un pase a mitad de un partido para que la creencia limitante se dispare y comience a generar emociones negativas como tristeza, vergüenza, enojo; en consecuencia, el cuerpo comienza a sobre activarse provocando tensión muscular, aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria lo cual solo desencadena que el deportista pierda flexibilidad, velocidad y se agote más rápidamente. Además, cuando esto ocurre nos daremos cuenta que el deportista comenzará a “jugar a la defensiva” es decir, comenzará a competir con menos iniciativa, delegando protagonismo a sus compañeros (p. ej. pasando el balón cuando él tenía todo para anotar un gol), se reservará en esfuerzos y lo veremos actuar por debajo de lo que suele hacer en entrenamiento. ¿El resultado? Un deterioro total del desempeño.

Figura 1. Proceso de influencia de las creencias del deportista.
Ante tal circunstancia parecería que lo más práctico sería eliminar la creencia limitante tratando de bloquearla (intentar no pensar en ella) pero desafortunadamente este proceso puede no ser tan sencillo ya que a medida que intentamos no pensar, irónicamente, enfocamos nuestra atención en ello. También es posible que el deportista intente autosugestionarse diciéndose cosas positivas pero esta técnica puede no ser del todo efectiva si las afirmaciones se basan en cosas que no son ciertas o que no están relacionadas con verdaderos logros pasados.
No voy a mentirte, eliminar las creencias limitantes, en especial cuando están ancladas en experiencias de la infancia, puede ser un proceso difícil que requiere de la asesoría de un profesional. La detección oportuna y el entrenamiento son elementos importantes.
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