Por: Mtra. Nury M. Suemy Moguel Núñez.
Psicóloga Deportiva.
El trabajo psicológico deportivo es una actividad que requiere de seguir una metodología para su planificación y aplicación ya que de ello depende el resultado y la efectividad de las intervenciones. Para su diseño, el psicólogo deportivo deberá dedicar algunas horas al principio del ciclo de preparación. Sin embargo una vez que éste se ha realizado facilitará enormemente de trabajo de campo el cual, para ese momento se limitará a la implementación de lo planificado y a la realización de ajustes a medida que las necesidades de preparación se vayan presentando
Para planificar de manera exitosa y estructurada un plan de preparación psicológica recomiendo realizar los siguientes pasos:
- Conocer a profundidad la disciplina deportiva y sus necesidades (exigencias psicológicas). Cada disciplina deportiva posee diferente necesidades de preparación física y mental por lo que es importante que el psicólogo identifique cuál es el perfil de habilidades mentales y emocionales que se requiere para dominar eficientemente esta disciplina y favorecer el rendimiento deportivo.
- Conocer a profundidad las características de cada deportista. Cada persona que practica el deporte tiene por sí mismo ciertas necesidades que dependerán de las habilidades mentales y emocionales que manifiesten en su deporte así como de su perfil de personalidad. Asimismo el psicólogo deberá considerar la edad para adaptar las estrategias a su nivel de comprensión y facilitar el apego a las mismas.
- Conocer a profundidad los objetivos de la preparación física y el plan de entrenamiento ya que la preparación psicológica ha de coordinarse estrechamente con los objetivos que tenga el entrenador para no interferir con sus actividades ni el desenvolvimiento de los objetivos contenidos en el macrociclo.
- Concéntrese en los objetivos no en las técnicas. A menudo, los colegas que apenas inician en área, me comentan sobre todas las técnicas que planean implementar en el ciclo y me preguntan cuáles son las más importantes o útiles. La realidad es que las técnicas no son el elemento clave de la preparación, ya que muchas veces los deportistas poseen estrategias propias que han desarrollado a lo largo de su vida y que pueden optimizarse con la adecuada dirección. Antes de pensar en las técnicas el psicólogo debe preguntarse ¿Qué le falta? ¿Qué errores mentales está cometiendo? ¿Qué necesita el deportista aprender a hacer? Si el objetivo de desarrollo está claro, las técnicas necesarias se harán evidentes por sí mismas.
- Priorizar las necesidades de preparación mental. Aunque es posible que se presente una gran cantidad de necesidades de preparación psicológica, el psicólogo deberá analizar cuáles son las más urgentes de trabajar y que beneficiarán de manera más efectiva el desarrollo del deportista. De esta manera, aunque no puedan abordarse todas las necesidades a lo largo del ciclo, se trabajarán aquellas que impacten de manera más efectiva para la obtención de los objetivos.
- Dosificar la carga de la preparación mental. Uno de los errores más frecuentes es no dosificar la carga de la preparación mental. La cantidad de trabajo mental ha de estructurarse en pequeñas sesiones frecuentes no mayores a 30 minutos, para no agotar al deportista. No es necesario que todos los ejercicios se realicen en presencia del psicólogo ya que éste podrá dejar pequeñas tareas a realizar en casa, previo entrenamiento, para la adecuada realización de esas técnicas. De manera general, yo suelo utilizar la regla de las 8 sesiones, es decir, que para que yo pueda observar realmente el desarrollo de una habilidad psicológica, suelen ser necesarias 8 sesiones guiadas trabajando una misma habilidad siempre yendo desde el nivel más básico de aplicación (en el consultorio) hasta la aplicación en el campo, ejecutando su deporte.
- Planificar las evaluaciones psicológicas o controles. Para verificar evolución del deportista, el psicólogo deberá planificar controles psicológicos que permitan medir los avances en las áreas trabajadas. Idealmente estos controles deberán programarse en conjunto con los controles pedagógicos del entrenamiento.
- Comunicarse con el cuerpo técnico. Así como el macrociclo de preparación física deberá ser compartido por el cuerpo técnico para la adecuada planificación del trabajo mental, de la misma manera el programa de preparación psicológica debe ser compartido (cuando menos de manera oral) y ser susceptible de adaptaciones a las necesidades del cuerpo técnico y los planes de preparación física.
- Verificar y actualizar. El programa de preparación psicológica de ninguna manera es un plan rígido, ya que a lo largo del ciclo pueden ir surgiendo nuevas necesidades y adecuaciones para el mismo. Ésto no justifica, de ninguna manera, que se viva en la anarquía comenzar el ciclo sin un plan de preparación mental. Por el contrario, la idea es trabajar sobre el plan estructurado y simplemente ir agregando las nuevas necesidades que se presenten a lo largo del ciclo.
- Evaluar el trabajo realizado. Una vez que el ciclo ha terminado y la competencia primordial se ha realizado es recomendable realizar un análisis de la intervención. ¿Qué funcionó? ¿Qué faltó? ¿Qué nuevas necesidades expresa el deportista? ¿Hasta qué punto funcionaron ciertas técnicas? La realidad es que no existe una técnica o intervención que sea perfecta, algunos deportistas reaccionan mejor a la relajación progresiva y otros a la relajación con técnicas respiratorias, ya que cada actividad interactúa con la personalidad del sujeto. Un análisis cuidadoso de lo adecuado de la intervención ayudará a definir el camino para la planificación del siguiente macrociclo de preparación mental.
Pues bien, ahora tiene ciertos elementos a su alcance para comenzar a diseñar su plan de preparación psicológica deportiva. La clave es utilizar toda su creatividad para el diseño de las actividades específicas según la edad y el deporte del cual se trate. En la medida en la cual se acostumbre a iniciar cada ciclo con un plan de preparación, su habilidad para irlos desarrollando se volverá más aguda. Así que no tema desarrollar su propio estilo de intervención al respecto.
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