Era mitad de marzo cuando nos avisaron que se preparaba una cuarentena en mi país para prevenir el contagio ante la emergencia de esta nueva pandemia: el coronavirus COVID-19. Confieso que en esos momentos me sentía optimista, finalmente, ya había vivido la pandemia de la influenza y pensaba los científicos que se tomarían unas semanas antes de resolverlo, tal como había ocurrido aquella vez. Pero no fue así; el coronavirus exigiría por los menos 40 días de confinamiento y no había un panorama claro con respecto a la vida, el trabajo y por supuesto, el deporte.
En aquellos momentos estaba atendiendo el caso de una deportista que había tenido que suspender sus entrenamientos a causa de una lesión y se enfrentaba a un proceso de desentrenamiento, así que la idea me golpeó inmediatamente: ¡Se acercaba una oleada de desentrenamiento! Y con ello también una cantidad en masa de deportistas golpeados por la depresión y frustración del reingreso… no podía permitir que eso ocurriera y al llegar a casa, de inmediato encendí la computadora y me puse a grabar un video para compartirlo en youtube. Todos deberían saberlo y estar preparados.
Al principio, la mayoría tomó el camino de preparar planes de mantenimiento para trabajar en casa pero, a medida que la cuarentena se extendía y se extendía en México, para cada uno de nosotros ha sido más difícil seguir manteniendo la disciplina con respecto al estilo de vida deportivo al punto de que, varios padres de familia me han llamado para comentarme que sus hijos han dejado de entrenar por completo. ¿Por qué está ocurriendo esto?
A continuación te presento algunos errores que puedes estar cometiendo y que afectan tu energía y motivación para entrenar.
Has dejado necesidades insatisfechas. Si tú eres un típico niño/joven deportista seguramente vives un ritmo de vida muy agitado: entre la escuela, tareas, transporte, entrenamiento, competencias, cansancio, etc. En realidad no sueles tener la vida que todo jovencito de tu edad experimenta y eso a menudo significa que haces sacrificios importantes como dejar de comer aquello que te gusta, no tener tiempo para fiestas, paseos, convivir con tus amigos o pareja o simplemente descansar. En la medida en la que no dejas espacio para atender tus necesidades propias de la edad, vas dejando vacíos, necesidades insatisfechas. Sin embargo, ahora la cuarentena puede haberse vuelto el pretexto perfecto para descansar hasta tarde, comer libremente, chatear con amigos y jugar video juegos todo el día. Este cambio abrupto puede estar provocando dudas importantes con respecto a si realmente deseas continuar con ese nivel de sacrificio de tu vida personal. Pero el punto clave aquí es encontrar un delicado equilibrio entre dedicarte al deporte que amas y tener una vida, así es, tener una vida integral con todo lo que implica. Así que este es un buen momento para re evaluar cómo poner en balance todas las cosas que son importantes para ti.
Has alterado tu nivel de activación. Responde sinceramente estas preguntas ¿Has comenzado a dormir más tarde que lo normal? ¿Te has levantado más tarde por la mañana? Trasnocharte definitivamente afectará tu nivel de recuperación por la mañana y es importante que comprendas que, sin importar cuánto duermas de más, tu cerebro y tu cuerpo no recuperarán ese nivel de agotamiento sino hasta después de varios días. De esta manera, si tu cuerpo ya se encuentra agotado, agregarle la carga de entrenamiento del día de hoy solo provocará que te agotes más, provocando que sientas que te está costando más de lo acostumbrado, te sentirás “pesado”, “lento”, “sin energía”. Asimismo, en la medida en la que reduces tu nivel de actividad al tener días sin entrenar, tu nivel de activación irá reduciéndose paulatinamente. La solución más sencilla es ajustar nuevamente los horarios de sueño a tu ritmo habitual y respetarlo, sin importar que tengas o no tengas algún compromiso para realizar mañana.
No estás respetando tu ritmo circadiano. ¿Duermes de día y estás despierto por la noche? ¿Entrenas por la mañana o por la tarde? Diversos estudios han demostrado un poderoso efecto entre el ritmo circadiano y los niveles de rendimiento para las actividades motoras. Cada persona muestra un cronotipo particular (un momento del día en la cual muestra más actividad) pero la falta de un referente de tiempo que se produce por la cuarentena tiende a afectar nuestros patrones habituales de actividad y con ello, el rendimiento. Observa si has modificado tu patrón habitual de actividad y cómo éste está afectando tu desempeño, tal vez sea ésta la razón por la cual te sientes con menos ganas para entrenar.
Experimentas depresión por el confinamiento. El aislamiento social, la falta de contacto físico y el confinamiento son capaces de despertar fuertes y dolorosas emociones como ansiedad y depresión. Estas emociones se caracterizan por reducir nuestro nivel de energía física debido a la sobrecarga emocional. En estas condiciones es normal que no sintamos deseos de realizar ninguna actividad. Si ese fuera el caso, es importante que atiendas primeramente tu estado de bienestar primeramente y que acudas con un especialista en busca de ayuda. No demerites la importancia de tu salud emocional, solicita una consulta con un psicólogo clínico o averigua sobre líneas de atención gratuita en tu comunidad.
Los motivos no se cubren al entrenar en casa. No se siente igual entrenar en casa que en el campo, eso es completamente cierto, especialmente porque puede ser monótono y aburrido. Una de las razones por las que puede volverse tedioso es debido a que, al entrenar en casa, no se satisfacen las mismas necesidades que se cubrirían al entrenar en el campo, como la convivencia entre amigos o las sensaciones que se experimentar (lo sé, incluyo yo estoy añorando el olor a cloro de la alberca). En estos casos puedes buscar formas alternativas para satisfacer tu motivación intrínseca, es decir, las razones que te permiten disfrutar el deporte. Por ejemplo: si la convivencia social es lo que te anima a la hora de entrenar, puedes establecer retos con tus amigos y conectarse mientras entrenan; si te falta la sensación de libertad al entrenar, utiliza la visualización para llevarte a disfrutar una experiencia más cercana a lo que extrañas.
Apegarte a tu plan de entrenamiento en casa puede ser sumamente difícil, pero recuerda que es un paso importante para facilitar tu reincorporación a los entrenamientos cuando la cuarentena acabe.
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